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Prevención cáncer

 

Hay una serie de hechos básicos a tener en cuenta respecto al cáncer. 

El crecimiento de su incidencia ha sido imparable en las últimas décadas.

Solo un pequeño porcentaje de la enfermedad puede atribuirse a factores genéticos (y aún en estos casos, esos factores genéticos no se manifestarían en un alto porcentaje sin la interacción con los factores ambientales)

La mayor parte de los cánceres se deben, especialmente, al ambiente. Y dentro de ésos factores ambientales,la exposición a sustancias químicas tóxicas tiene un peso muy importante.

A pesar de ello, la mayor parte de la atención de las autoridades no tiene en cuenta lo anterior y no se actúa suficientemente para reducir esa exposición química.

Antes al contrario, se desentiende de la prevención, lo cual influye muy notablemente en que el número de personas que adquieren cada año la enfermedad no pare de crecer y crecer.

En lugar de prevenir de verdad, se llama campañas de "prevención" a cosas tales como la promoción de la detección temprana, cuando si algo se detecta, obviamente es que antes no ha sido prevenido.

Todo el peso se pone en los tratamientos, frecuentemente tan costosos que ya hay voces que alertan muy seriamente que, junto con otros factores, pueden llevar a la quiebra al sistema sanitario, dejando sin tratamiento a muchas personas.

Nosotros nos rebelamos contra una medicina que da por bueno que cada vez haya más enfermos.

Una medicina que no impide que crezca el número de enfermos, limitándose a tratarlos mejor o peor, no es, desde luego, la mejor  medicina.

Reivindicamos que la prevención, esto es, en el caso que nos ocupa, la lucha contra la exposición a sustancias químicas tóxicas, junto con otros factores causantes, debe ser un eje central de la lucha contra el cáncer.

Toda entidad que diga luchar contra el cáncer y se dedique no a luchar contra sus causas sino solo a "tratar" sus efectos, o a investigar sobre posibles causas que en cualquier caso se saben minoritarias, no deja de manifestar una grave contradicción, por decir poco.

La mejor y más auténtica forma de luchar contra algo es atacar las causas y no los efectos.

Así pues, nuestra labor se convierte en algo absolutamente clave en la lucha contra el cáncer  si queremos que el número de nuevos enfermos comience a descender tras décadas de subir y subir. Hemos de conseguir movilizar a la mayor cantidad de personas que podamos en este sentido a fin de presionar a las autoridades para que se tomen estas cosas en serio.

 

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